La pelota
La pelota, bola elástica que se usa para jugar, es y será el juguete
infantil por excelencia. Su capacidad única de rodar y rebotar ha permitido la
estructuración de muchos juegos, como los de béisbol, fútbol, tenis, pimpón,
entre otros. Las utilizadas en los juegos rebotan con facilidad. Por ejemplo,
las de fútbol se fabrican con cuero y se inflan con aire a presión superior a
la atmosférica para darles la tensión adecuada para el rebote; la forma
esférica característica se logra con la unión de 12 pentágonos regulares
rodeados por 20 hexágonos, como la que adopta la molécula de Fullerenos. Varios procesos y leyes físicas se pueden mostrar con la pelota.
Algunos se señalan
a continuación.
El coeficiente de restitución
Cuando se deja caer verticalmente la pelota desde la altura inicial hi
en un piso liso, rebota hasta la altura final inferior hf.
Inicialmente, la pelota tiene energía potencial (de posición) Ep =
mghi ; al llegar al suelo toda la energía potencial se ha convertido
en cinética (de movimiento) Ec = ½mvi2. Por lo tanto,
igualando estas dos expresiones, se tiene que la velocidad de la pelota al
chocar con el piso es vi = √(2ghi). Por efecto del choque, parte de
la energía mecánica inicial se transforma en calor; en consecuencia, inicia su
ascenso con menor velocidad. Para determinar qué tanto cambió la velocidad
cuando empieza el ascenso, se introduce el coeficiente de restitución definido por Huygens-Newton de la siguiente forma:
donde los
subíndices alfabéticos se refieren al estado final e inicial y los numéricos al
primer y segundo cuerpo. En este caso particular, como la pelota choca con un
piso que tiene velocidad inicial y final cero, el coeficiente se reduce a
es decir, a un
simple cociente entre la velocidad final e inicial.
Después
de hacer un poco de algebra se demuestra que el coeficiente de restitución se
puede escribir en función de las alturas inicial y final, así:
el cual varía entre
0, si el choque es completamente inelástico, y 1, si es elástico. En caso de
una pelota inflable (fútbol o básquet) el coeficiente dependerá de la presión
del aire en su interior. Para determinarlo experimentalmente se deja caer
verticalmente la pelota y se miden las alturas inicial y final. Su valor nos da
información sobre la elasticidad de la pelota; y con ésta, decidir si le falta aire o no.
Cuando la pelota choca contra el
piso se deforma; parte de su superficie en contacto se aplana. Pero producto de
la elasticidad del material y de la presión del aire en su interior, recupera
la forma esférica inicial. Durante el intervalo de tiempo Δt que estuvo en
contacto con el piso, aparece una fuerza de reacción promedio F en sentido
contrario debido al cambio en la cantidad de movimiento ΔP. Así, el impulso sobre la pelota será: I = ΔP = F Δt.
Al relacionar con la ecuaciones anteriores, se tiene que I = 2(1+e2)
g h. Si de alguna forma se mide el intervalo de tiempo Δt en contacto con el piso, se puede calcular la
fuerza sobre la pelota.
La energía y la cantidad de movimiento se conservan. Con dos pelotas como las de básquet y pimpón, de diferentes masas y
volúmenes, se pueden estudiar los
choques inelásticos y las leyes de conservación de la cantidad de movimiento y energía.
En tal sentido, coloca la pelota de pimpón sobre la de básquet y déjala caer
desde medio metro de altura. Después del rebote contra el piso, la grande choca
con la pequeña y le cede cantidad de movimiento y energía. Se puede predecir
que la pequeña subirá con mayor velocidad que la grande y alcanzará mayor
altura.
La fuerza de empuje. Intenta
hundir con las manos una pelota pequeña y otra grande en un tobo de agua. Podrás
observar que es mucho más fácil hundir la pequeña que la grande. A medida que
hundes la pelota grande, la fuerza de reacción sobre las manos será mayor,
mientras más profunda se encuentre, hasta que se haya hundido por completo. De
esta forma se puede someter a comprobación experimental que la fuerza de empuje
es directamente proporcional al volumen del cuerpo sumergido.
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