La Cocina
Se propone abordar la enseñanza de la
ciencia a partir de la
cotidianidad. Los fenómenos naturales que transcurren diariamente en nuestro ámbito
espacio-temporal cotidiano los convierten en simples hechos comunes y de aparente
simplicidad; sin embargo, en todo momento y alrededor nuestro, se producen
cambios de diferente naturaleza que inciden de una u otra manera en el desenvolvimiento
de nuestras vidas. Ignorarlos sólo contribuye a acentuar el desconocimiento
de nuestra realidad objetiva; prestarles atención, motiva el análisis
y la reflexión y nos prepara para desentrañar los “secretos” del mundo natural.
Aunque lo cotidiano está sujeto al contexto sociocultural, económico, político
y religioso de los individuos, existe sin embargo, un conjunto de objetos, conceptos
y procesos naturales que son comunes para todo el mundo, independientemente
del lugar donde se encuentren. Por supuesto, la ocurrencia cotidiana
para el niño warao es muy diferente a la del niño de Curarigua, y más aún,
a la del niño de un rascacielos típico de cualquier urbe norteamericana. No obstante,
por ejemplo, el aire y el agua con toda la serie de procesos físicos, químicos
y bioquímicos que conllevan su consumo, son cotidianos para todos los seres
humanos; así como el fuego con los conceptos de energía, calor, propagación,
temperatura; igualmente la gravedad con el conjunto de procesos mecánicos
que la involucran; el día y la noche con los procesos astronómicos observables
desde cualquier parte del planeta.
Por
otra parte, es indiscutible que entre los ambientes más cotidianos, se cuenta
la cocina con todos sus enseres y procesos físicos, químicos, fisicoquímicos,
entre otros; igualmente, el ámbito de la habitación con la parafernalia
de artículos de tocador, vestidor y la cama. Además, hay que agregar las
actividades lúdicas cotidianas propias de los juegos y juguetes; así como el ambiente
inmediato externo al hogar y la escuela, el planeta Tierra y el Universo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario