miércoles, 16 de noviembre de 2011

El runche llanero


El runche llanero 

furruco oriental


La necesidad es madre de la creatividad. En lugares recónditos de nuestros llanos venezolanos, la ausencia de juguetes tecnológicos de última generación estimula la inventiva popular para satisfacer la necesidad del juego infantil. De este hecho me pude dar cuenta cuando, en el Liceo Bolivariano Nicolás Antonio Pulido de Sabaneta, estado Barinas, tuve la oportunidad de apreciar este singular juguete elaborado por una docente y según, es de uso cotidiano entre los niños de las zonas rurales donde se cultiva el frondoso árbol de mango que produce jugosas frutas del mismo nombre. También en algunos municipios del estado Delta Amacuro se construye este singular juguete autóctono para la diversión de la chiquillada con el nombre de furruco. En otras regiones de nuestro país se conoce como guarandinga, terere, tiraboquete o gurrumango.
       
       Este dispositivo lúdico autóctono se elabora con dos pepas de su fruta completamente secas; una sirve de base y empuñadura para sostenerlo y la otra de rotor. Para hacer el rotor se le perfora a una de las pepas un pequeño agujero en el medio, por donde se le introduce el extremo de un pequeño palito cortado de la rama del mismo árbol y de longitud un poco mayor que la longitud de la segunda pepa; al extremo libre del palito se le saca punta con un cuchillo afilado y se le amarra por el medio un trozo de cuerda de nilón trenzado de unos cuarenta centímetros de longitud. A la segunda pepa que servirá de base, se le corta un extremo por donde se le extrae la almendra y se le perfora un pequeño agujero a nivel del amarre que tiene la cuerda en el palito. Elaboradas las dos partes, se introduce el palito en la pepa vacía y se pasa toda la cuerda por su agujero hasta que quede en el exterior; en el extremo libre de la cuerda se amarra un palito pequeño que servirá de asa para manipularla.



       De esta manera el runche queda listo para su primera función. A continuación se agarra la empuñadura con una mano y se coloca en posición vertical; con la otra se gira el rotor hasta que enrolla por completo la cuerda.  Luego, se le da un suave tirón a la cuerda hasta que salga en su totalidad. El rotor comienza a girar por el torque que le aplica la cuerda al tirar de ella a medida que se desenrolla y se incrementa su velocidad angular hasta un máximo valor; cuando el torque deja de actuar, el rotor sigue girando gracias a su inercia rotacional hasta que la cuerda se enrolla sola de nuevo, pero en sentido contrario; justo en el momento de que termine de enrollarse y antes de que se tranque, se tira otra vez la cuerda para iniciar el proceso anterior. Sí, en sincronización con su enrollamiento se tira de la cuerda, se podrá mantener el runche girando por el tiempo que se quiera. 

      Al darle el tirón a la cuerda, se le aplica durante cierto intervalo de tiempo una fuerza que produce un torque sobre el palito del rotor y se pone a girar alrededor del eje de simetría. Como se ha discutido antes (ver artículos: Trompo, Trompo loco), esta acción hace que cambie el estado de movimiento rotacional (momento angular) del rotor, y se pone a girar; al hacerlo, adquiere energía cinética rotacional a expensa del trabajo efectuado por la mano para desplazar el hilo. Esta energía se va disipando a medida que roza con las paredes internas de la empuñadura y se convierte finalmente en calor. Además, se puede escuchar un sonido producto del golpeteo del rotor con la base.

      A continuación, en el siguiente video la Lic. Rovimar Serrano nos enseña con maestría su elaboración. 


Bibliografía:

1. Salazar F., J. J. (1998) Juegos Tradicionales en Margarita. Dir. de Cultura, Ejecutivo de Nueva Esparta.
Disponible en: http://cheguaco.org/PDF/Libros/juegtradic.pdf

2. Juguetes y juegos venezolanos. 
En: http://www.juguetesyjuegosvenezolanos.com.ve/juguetes/gurrumango.html

3. Serrano, R. El Gurrumango. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Yw_wBETXV9o

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